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66 SeErMON IV. que le aman. Verdaderamente munca le fué desagra- -dable 4 un cautivo.el anuncio de su pronta reden- cion, un encarcelado el de su líbertad ,á un en- fermo el de su. salud, y á un difunto > de su ren surreccion. Ásí una alma adornada de mansedum- bre recibe con serenidad la noticia de la separacion de: su cuerpo: se abraza con los adorables decre- tos. de la divina Providencia: fia en la fidelidad de sus palabras , se: arroja en. los. brazos. desu miseri- cordía , y llena: de- ES pais y caridad sale de' su cautiverio , se libra de las pasiones. de su carne, y en- ] tra en el descanso eterno. No es. necesario que busqueis mas E de qu puesto: Danto. ¿Eo | | se hallaba postrado e-n una cama; pero. su espíritu igualmente permanecia - tranquilo: como en los pia su mas Aci salud. Su mansedumbre le badia re= cibir con: un: mismo, semblante los males y los bie= nes + atendia al principio de donde dimanaban ,'co- nocia los designios: de L os. sobre: sus criaturas , y eso peraba pasar breve desde la tempestad al puerto, desde la' muerte á la vida,y. desde la tierra 'al cielo. Verdad es , señores ¿que San Josef logró una dicha sin semejante, pues. tuvo- por enfermera á la madre de la vida , y por asistente en su tránsito á Jesus. No hay que al acercarse á su cama su dulcísima, purísima y- -castísima: esposa para suministrarle e - gun alimento preparado con sus divinas manos, le pareceria al Santo alguna vianda de los cielos. > Y mas quando alargando la mano el Omnipotente le incor pjs en la cama , y sostendria «con: aquel mismo . azo que crió los cielos y la tierra. Verdad es , vuel- vo á decir , que el tránsito de San Josef es sin “seme- jante por la corporal asistencia de Jesus y de María quando vivian en elmundo; pero debeis persuadiros que esta gracia , aunque no. con tan' ss" 'Circuns» a