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64 SERMON EV. Sabiduria (a). Decir que fué quien defendióá su Dios, quien crió á su Dios-, quien alimentó á.su Dios, ademas de ser una proposicion tan cierta que no ne- cesita de prueba por ser el hecho constante , y lo di- ce la Santa Iglesia llamándole : Sue Mutris solatium, tuee carnis nutritium. Despues dz estas expresiones, que en un. sentido sano ya sabeis son verdaderas, ¿qué podemos decir que no sea ménos de lo-que se le debe ,ó mas de lo que por su naturaleza huma= na le corresponde ? Pero sea lo que se Luese, para nuestro intento .es suficiente deciros que esta £re= qiiente comunicacion y familiaridad con Dios la tu- vo el Santo por su incomparable mansedumbre; por- pa ErreÑ Segun esta regla cierta y peta 1 .S Fibato mos pensar de la mayor parte del asilo $ Si el áni- ma turbulenta es asiento del demonio , como dice el citado Santo , ¿qué serán tantas almas inquietas , al- teradas , iracun sy soberbias , y mal avenidas con= sigo mismas y con: sus: paóricios +: Qué serán tan- tas casadas viviendo como ea ¿un infizrno con sus ma- ridos , maldiciéndose mutuamente el uao al otro co. Ss si ya fusran habitadores de los calabozos eter= Qui serán. Fantos hijos que solo parece viven para TOA nto a: , pul padeés Yo: ¿Qué sarán tantos christianos, agitados de la turbulencia de sus pasio- nes, sus pecados y sus vicios? ¡Ay , señores, y qué espectáculo tan triste nos presenta «el mundo! ¡Qué cas almas aparecen adornadas de la avs Eras! Pues desengañaos , oyentes mios: tra- 28 Ezo et Fatar tuus dolentes querebamus te.Luc. C.11. v. 48, (b) In cordibus mansuetorum requiescie Deus, anima vero tur= bulenta sedes est: | La sa: los Mr ser asiento y ha= A ¿e s F1OS as | el. | turbu= A