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26 SeERMON TIT. las horcas», las parrillas , las cruces y otros instru- mentos ignominiosos de una muerte vergonzosa. Por esto los paganos tenian -el martirio de los christia- nos por infame y- “abominable. Ellos no los mira= ban sino cómo culpadós , á imitacion de los judíos que insultáron la-eruz “de Jesuchristo , mirándola eomo instrumento de la- muerte de un blasfemo que se decia hijo de- Dios , y de un malhechor que des- truía la ley del gran Moyses. Pero vosotros , ama- dos mios , que mirais- con los ojos de la: fe, dais á la cruz de Jesuchristo la- gloria que la pertene- ce, y á los instrumentos del martirio el honor que les es debido: Si , señores. Nosotros honramos justa= nte lo de nuestros Poriosaa POMOes E ria sin llenarnos Hract plemento de su arar? y mérito-, de la semejanza é imitacion de Jesuchristo , yla prueba mas convincen- te de la única y verdadera religion: Ellos padeciendo la muerte se forman su mérito para con Dios, su se- mejanza con Jesuchristo ., y confirman su religion: tres verdades que nos eridabcian: la excelencia de su Ev , y demuestran mi-primera- proposición. _ funque la: muerte en general sea la. pena del E no dexa sin embargo de contener en sí cier. tao, secreta: a destiespa. enteramente ó. dis Si 5 dich Sha * Agustin, Pele in ra se debillar nuestra fe ¿ y se desarreglarian nuestras costumbres ; porque apoyandonos sobre nuestra inmortalidad. nos entregariamos á todos los placeres del sentido, y á todas las vanidades del mundo. Pero como somos mortales , la fe nos en- seña á recutrir 4 Dios é implorar el socorro del : cíe- lo para conseguir por medio de una muerte inevi- table una vida sempiterna. La fe viva fué la que empezó á formar el mérito de muestros mártires. Ellos clob:* Su aOMEsado es el come A is dl + 3 ¿Pe