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244 'SERMON XXI. con efectos verdaderamente inexplicables. Venecia, Nápoles , Génova , Mantua y Pavía oyen la voz de es- te nuevo Elías, ó resucitado Pablo , y se convierten á millares los pecadores. Las damas mas ricas , mas de- licadas y hermosas , llenas de un saludable pavor , con la vista de Lorenzo, abandonan las galas, dan de mano á los placeres , y muriendo enteramente al mundo para vivir en Jesuchristo , siguen sus instrucciones , y se encierran para siempre en los monasterios. Los tra- tantes dexan las usuras , los artesanos no se valen de engaños en sus talleres , los jueces administran justicia con equidad y desinteres : -en las familias entra á rey- nar el buen órden, en la juventud la disciplina , en el clero la modestia , y en el templo la veneracion. ¡ Qué transformaciones , señores , tan asombrosas! ¿Quién ha podido convertir la disolucion en recogimiento, las casas de juego en congregaciones de piedad , los teatros en oratorios , las conversaciones impuras en conferencias de espíritu , los conventículos de Satanás en juntas de devocion? ¿Quién , señores ¿ Un frayle. ¿Quién ha puesto el buen ¿órden en todos los esta- dos haciendo que los magistrados no engorden con la sangre de los pobres: que los comerciantes Sean verídicos en sus palabras , equitativos en sus ventas, justos en sus tratos : que los artesanos trabajen á ley, y los ociosos desaparezcan? ¿Quién , señores? Un frayle. ¿Y es esto ser útil al Estado? Pero esto es nada. . La fama de los méritos de Lorenzo corre por to- das partes : de todas le buscan , y á todas acude con un zelo infatigable. Llámanle á Alemania el Empera- dor Rodulfo y el Archiduque Matías , y vuela á Ale- mania nuestro Brindis. Hace oir su voz en Viena , en Praga , en Ungria , en Bohemia y en Baviera , y todos le escuchan como á un Angel venido del cielo, ó como - á un Bautista que sale del desierto. Acuden á sus ser- mones , no solo los católicos , sino los luteranos , cal-