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318 SERMON XX. xados y corrompidos han sido mirados siempre , segun los principios del Evangelio, como una condicion nece- saria á todos aquellos que tienen un verdadero deseo de adelantarse en la piedad , y perfeccionarse en la vir. tud. En la infancia del christianismo , y en la edad de oro de la Iglesia , 1. era tan útil al christiano, decia San Agustin , como. la sociedad y comercio de los christianos. Una inocencia universal se hallaba repartida en sus espíritus. y en sus acciones : ellos no tenian mas que un corazon y una alma: no cono- cian la avaricia ni la ambicion, ni reynaba entre ellos la division ó la envidia: preveníanse mútuamente en E, conversaciones con señales de amor y benevolen- cia, y ni las prosperidades los ensoberbecian , ni las aflicciones alteraban la paz y Po pa Sus espi- las oraciones y los exemplos. La penitencia se nord mas en precaver Jos pecados que en castigarlos : la verdad dirigia sus discursos: la sabiduría mantenia dde been ecos Zrp 2%de DiEa caridad. excusa= un fenómeno extraordinario , ó como unaira a dad monstruosa : entónces era necesario separar los malos. de con los buenos ; pero despues que el cuerpo pecado se ha. fortificado en el mundo , y una ma- casi general se ha establecido. entre las gen- tes: despues que los christianos no conservan casi mas que el nombre , y la apariencia de la religion que profesan : despues que las preocupaciones y caprichos n arrojado de sus asientos á la fe y á la conciencia, y todo el mundo ha formado una ley de seguir. sus de- os malos, y estudiar en la vanidad y en la mentira, que dificil es, decia San Agustin , que los buenos arras- trados por la perversidad: de los malos exemplos, se acos- tumbren á tolerarlos > y á fuerza de tolerarlos 4 come-

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