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206 E SERMON XIX. desaparecen , se confiesa por una -VOz, por una nada; y nosotros, siendo menos y peores que la nada por ser unos miserables pecadores , nos estimamos en mucho, y nos tenemos por: grandes. ¡Rara y asombrosa con= trariedad! ¿Si nos confundirá ménos su espíritu de pe- nitencia, que su espíritu de retiro y umildad? Veámoslo, TIL. Hominem':mollibus vestitum?'¿Visteis acaso en el desierto, dixo Jesuchristo:á los judíos, algun hom: bre vestido fina y delicadamente como los que. habix tan los palacios de los Principest No, responderian aquellos hombres. No hemos visto 'al Bautista: llevar una deliciosa vida , vistiendose preciosamente, comien= do abundantemente , y entregándose á todos los: plas ceres de uba vida sensual y afeminada. "Le hemos vis» to sí , pero sin mas. vestido:que una áspera 'y horrible piel de: un camello sobre sus carnes desnudas : sin mas alimento: que unos insectos desabridos, y un poco de «miel silvestre é insípida que hallaba pór los campos: sin mas cama que lla dura tierra: sin mas habitacion que entre las breñas': sin:mas compañía que las bes- tías, 'Le -hemos visto, y. venimos asombrados de su ex - traordinaria y _ penitencia. No sabemos como en una! espantosa soledad haya podido sufrir los rigores del invierno , las tempestades é intemperies del viento , las incomodidades de lás estaciones ,, siendo un diseno de:“una complexion tan tierna y delicada. [gno- ps sin comer: alguna «cosa de alimento sus- tancioso, sia beber algun licor que acalorase de quan- do en quando un estómago extenuado con los ayubos y abstinencias, haya podido acostumbrarse á:una dies ta stan taustéra, como milagrosa. Lie hemos visto: ¡é1g- -DOFAMOS LE dernos salvarnos sin penitencia sien- ¿do pecadores; nándo:el Bautista siendo inocénte ha- ceuna penitencia tan: grandesshoiio color Espantosa reflexion, amados mios, que “ignalinente «confunde lasimpaciencias de .los pobres, y .las,delicade- zas de os ricos. ¿Con Es espiritu-de penitencia suftis: pi Jo0MOT