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304 SERMON- XIX, - tas las preparaciones , y tan raras ls vocaciones del cielo ? Sino imitamos al santo Precur or de Jesuchris- to, Que: para -exercitar: tres años su santo ministerio , se preparó porel 'dilatádo espacio de - treinta, ¿por qué extrañamos que haya tan poca obser= vancia monástica en los claustros,tan poca santidad en los sagrados minitros , tán poca justicia en les tribu= nales, tan poca buena fe:en el comercio, tan poca union en el matrimonio , tan poco ehristianismo en to- dos los estados? Es menester confesar de buena fe que carecemos del espíritu de retiro que adornaba al santo - Precursor Pero veamos si nos acompaña el espiritu: de humildad,. que tanto le condecoraba. 3 -— ¿H.. Arundineim vento agitatam? Continúa Jesuchristo ener ¡el elogio de su admirable Precursor, y pre- los. judios ::¿ habeis salido al desierto para ver un hombre que á la manera de una débil caña se dobla con el ayre de las alabanzas? ¿Que pretenda ha- cerse creer lo que no.es, :óque á lo menos le estimen por lo que es realmente? Esto sería no conocer la pro- d del gran Bautista. Con efecto, | aparece en las: riberas del Jordan, y hace oir su voz, quando los judíos movidos extraordina- riamente de la fuerza de su predicación, y asombra- dos de su santísima vida y excelentísimas : virtudes, pensaron reconocer en él aquel: Mesías, cuya venida | señalaban para: entónces las divinas Escrituras. Su vi- da mas angélica que humana: sus penitencias raras y nunca vistas en el muado: su vestido , su habitacion, sus sermones , su fuerza irresistible , su zelo infati- able, todo en finnos manifiesta quees mas que hom- e. Sin duda es el Mesías , se decian sus- oyentes , ó á lo menos es Elías resucitado, ó alguno de aquellos grandes Profetas. Salgamos de quetras dudas , pregun- - témoselo , y estemos resueltos á. creerle baxo de su pa- labra. Si dice que es el Mesías , el :Redentór del mun- do , el unigénito del Padre , vestido de nuestra morta-

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