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290 SerMON XVIIL Como la vida de los hombres justos es una reprehen- sion continua y eficaz de la conducta de :los pecado- res, rara vez dexan estos de censurar las acciones de aquellos, de ridiculizar su virtud, y aun de imaginar que la vida de: los justos es una manifiesta locura (a). Esta .es la regular conducta de los pecadores para con los justos. No obstante , San Antonio es una excepcion «de esta regla universal. * Aquellos mismos á quienes > Santo reprekendia sus vicios , aquellas mismas nas sujetas á la esclavitud del pecado, libres ya por: la voz milagrosa del Santo, eran las primeras en amarle y seguirle á todas partes , atraidas como de un pode- roso impulso , y una violencia suave. De hecho, ama- dos mios: aqueilos pecadores rebeldes una vez con= - vencidos del peso de sus: razones , despertando del profundo letargo del pecado, y entrando en los cami- nos de la virtud christiana , no acertaban á separarse de su presencia , temiendo "perecer á impulsos del co- mun enemigo de las almas , apénas los hallase solos y apartados de San Antonio. Aquellos jóvenes disolu- | | en el lodazal de la lascivia se ha- | escuchar á Antonio, y lavando las culpas con leapro puras de los Sacramentos , habian entablado una vida penitente, no daban un paso que no fuese en seguimiento de Antonio, temiendo el con- Po de las malas compañías , si se aparraban de él un solo punto. Aquellas doncellas libertinas , aquellas mu- geres viciosas , á quienes el amor impuro tenia hechas otras. tantas Pelagias,, convertidas por un celestial-en- canto de su lengua en purísimas palomas del paraiso, no hacian sino llorar á sus pies ,.como la Magdalena á los de Jesuchristo, de donde no se apartaban sin el mas íntimo dolor. ¿Pero cómo era posible, señores. que todos. estos pecadores convertidos, y otros innu- presten no mostrasen S cita un tiernísimo amor; ICRA ASIA io o y] bl Ml ta ():Nos MAC estimabomo inslabi. Sap. e. Y: val .) ON y E