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268 Sernmon XVII. »la paz, siguela , y acude á mi misericordia , pues no »te está bien tirar coces contra el aguijon.” ¿Pero, amados mios , qué estais oyendo? ¿No ois aquí la conversion de Sam Pablo, quando salien- do de la corte de Jerusalen marchaba á Damas- co,y rodeado en el camino de una luz del cie- lo fué derribado del caballo ,y preguntado por Dios: Saule , Saule quid me persequeris? ¿No- estais oyendo la respuesta del Santo , quando ya convertido por aquella fuerte voz, se pone en las divinas manos, y di- ce: Domine, quid me vis facere? ¿Señor , qué quereis que yo haga! ¿No percibis aquí tambien aquella re- convencion de su Magestad en que le dice : Durum est tibi contra stimulum calcitrare (a)? Sí , señores , todo lo hemos oido, y la conformidad es tan grande entre Nor- Pablo en su conversion, las circunstancias tan “semejantes , y las preguntas y respuestas tan idénticas, que se creería una misma si los dos Santos no se distia- guiesen en los nombres. Aun en lo que sigue se parecen tanto Aaa no podreis ménos de aplaudir mi pensamien- 1e A do el PO Pablo. Levántase de la | | ablo an ] -po entra en Damasco, y se presenta £ Ananías para que le instru-. ya y encamine en quanto deba hacer para cumplir la voluntad de Dios , y sale de aquella cscuela el po A vaso de ira y de indignacion,hi por á opoderoso en vaso de eleccion para llevar el nombre de J sus , que él tanto perseguia , por los pue- -blos y naciones de la tierra. Esto le aconteció 4 San Pa- blo. Oid una cosa semejante en San Norberto. QUE! fervió so de la sepultura en que se ballaba- der- »ribado dexando enterradas en ella todas las espe- Rd ear : huye de la corte, marcha á San- tes, su pátria, y guiado por la divina inspiracion vue- Ll aly de fs rial eco 4 los ye del ve- 097 m2 E Ml iterd 1x. Y. 50

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