BCCPAM000538-4-26000000000000

mb Ta O pe a A cf A" b ' Ñ Y EN Mi * a. y Ye » mu “se eS : > A e o a a PP PP e - do , % o A 001 250 - —SERMON XVI. Las naciones mas bárbaras y corrompidas , cuyas cos- tumbres se oponian á los primeros principios de la ra- zon , estaban de acuerdo en este particular con las na- ciones. cultas y civilizadas. La gentilidad y el judaismo tenian sus sacrificios : horribles , torpes , escandalosos y crueles los primeros :justos y debidamente ordenados por “el mismo Dios los segundos. La memoria sola- mente de los que en el gentilismo se «ofrecian á la diosa Venus , al dios Baco , al ídolo Dagon , y á otras deidades tan ridículas y abominables como estas , fia- ce llenar de rubor al hombre mas o y desver- gonzado ? y los que ofreciéron Noe al salir del Arca, Jacob al volverá su tierra, Abrahan en Oreb', Mel- chisedech en Salen , y los Israelitas en el templo san= to de Jerusalen , nos enseñan que todos estos eran unas sombras. y es le”: mn blico , una adoracion suprema , y “una sincera dirOx teMtaciónS a yA ¿itima Aid d+ | eminencia en el gasto é TacrUdto SActIRCiÓ del até tar. En él vemos sacerdote , altar y víctima. ¿Pero qué sacerdote? ¿qué víctima¿ ¿qué altar? ¡Ab! Si empezar ahora este sermon, iros alguna cosa de las grandes uti- ve sd Emos" que podiais esperar de un pi eterno , santo , inocente , sin mancha, separado de los pecadores , y mas excelso que los . cielos : de una víctima adorable tan santa como el mis- mo Dios , víctima de pureza que apaga los ardores de nuestras pasiones , Víctima de fuerza que nos hace triun- far de los ataques del demonio , víctima de paz que re- concilia el cielo con la tierra , víctima en fin y PUEa, santa é inmaculada ; pero la brevedad del tiempo 4 e w

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz