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248 21 SERMON XVI. | la ley Antigua que le habian representado: nada mas glorioso para Jesuchristo que vencer todos los obstácu< los que la naturaleza opone á sus designios ; y nada fi- - nalmente mas glorioso para Jesuchristo que confundir todos los esfuerzos con que el error pretende obscu- recer sus verdades ; pues todo esto consigue hoy Je- suchristo en aquel adorable Sacramento. Allí cumple todas las figuras de la ley que le habian anunciado: allí vencer todos los obstáculos de la naturaleza que le proponian' como imposible; y allí en fin confunde to- dos los esfuerzos del error que trata vanaimente de contradecirle. Oidlo con aténción. + ' tado' con nosotros como un Maestro divino que pro: chos antes con las señales to, [ os con nuestros mismos ojos la verifica- cion de las figuras y sombras que las representáron en los siglos mas remotos, Acerquémonos á nuestro ca- so, y, lo veremos con la mayor claridad. ' A Apé as sale el muudo del informe caos de la nada, ya descubrimos un' árbol de la vida colocado en medio del Paraiso terrestre para ser alimento de los hombres inocentes : ya vemos despues un sacrificio de pan y vi- no ofrecido por Melchisedech en presencia del grande Patriarca Abrahan : ya un pan misterioso dado por un a alivio de un afligido Profeta : ya un corde- ro Pasqual sacrificado en el desierto para alimento del pueblo escogido del Señor: ya un maná celestial que contenia todos los saboresy delicias para los verdade- “ros israelitas: ya una arca de alianza en que se Falla- - que nos obligue á su s: siempre se ha pot=- “asombrosas, es cier-