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de 2 A ¿cer DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO. 245 so Ámnon , al avaro Achab, al soberbio, Nabucodo- nosor , al impio Baltasar , y al cruel Herodes , sino el Dios de la: clemencia , el Dios de la piedad *y de la misericordia, el Cordero de Dios que quita los peca- dos del mundo, y á cuyos pies hallan abrigo la Mag- dalena con sus lágrimas , Pedro con su dolor , Pablo con su arrepentimiento , Águstino con su pena , y to- dos los pecadores con los. frutos dignos de su peniten- cia: Ecce agnus Dei , ecce quí tollit peccatum mun- di (a). Mirad , continúa la fe, este es aquel Dios ver- dadero , no su sombra , su semejanza ó su figura , sino el mismo que baxó del cielo-4 la tierra para tomar carne humana en el seno purísimo de la Virgen. Este mismo es el que nació en Belen, el que fué reclinado en un pesebre , circuncidado con el mayor dolor , y desterrado á Egipto con la mayor crueldad. Aquel Señor que pasó treinta y tres años entre los hombres haciendo bien á todos, sanando. enfermos , resucitan- do muertos , ahuyentando demonios > el camino del cielo con obras y con Re "Aquel Señor que en la misma noche en que habia de ser, en- 1regado en manos de sus enemigos , tomando el: pan, y dando gracias , le partió,: y. dixo á.sus Apóstoles: Tomad , y comed : este es mi cuerpo ,. y bendiciendo el cáliz dixo : esta es mi sangre. “Haced esto en mi _memo- sia, que yo estoy con. VOSORTOS basta la consumación ds los siglos (b).. ¡Quién de los hombres que haga recto uso de la Lar cionalidad , podrá dudar de la real presencia de Jesu- 7 christo en el augusto Sacramento , oyendo al mismo Dios decir con la mayor claridad y lisura :: Este es mi cuerpo: esta es mi sangre. Verdaderamente mi carne (a) Joann. c. 1. v. 29. (b) Accipite , es manducate : hoc est corpus meum. 1. ad Cor. C. Xi. Y. 24» 25. €l Maub. C. XXVII. Y, 20. El - 11 dos

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