BCCPAM000538-4-26000000000000

230 - SERMON. XV. aquel fatal decreto que estaba firmado con la trans- gresion de Adan , y quedamos redimidos de la cau tividad del demonio, provistos de grandes auxilios y gracias, y con: derécho' a la posesion de la gloria mediante la observancia de los preceptos del Señor. Pe- ro como todo se executó sola una vez , como dice el grande Apóstol San Pablo (a) , nos quedamos todavia desterrados del cielo , y volvimos por nuestras culpas personales á ser: enemigos de Dios. ¿Qué hizo 5 pues, el amor piadoso de Jesus viéndonos en este triste es- tado , y siéndole forzoso volverse 4 su eterno Padre? Instituyó aquel augusto Sacramento , quedóse entre nosotros haciendo un nuevo cielo de-la tierra , como dice San Chrisóstomo , y siendo en ella muestro con= “suelo , muestro refugio , muestro Pontífice , nuestra no Padre y los: za del ntendo. Halló. su amor piadoso el medio admirable de contentar al cielo y á la tierra. Disputaban , dice San Chrisóstomo , las dos Iglesias militante. y triunfante sobre el cuerpo de Je- patente ns 5 YE Es a a ) Cue: tambien y man ulto baxo aquellos <imdid ) q dentes , las dexó' igualmente enriquecidas y satisfe- chas. Porque no habeis de pensar , prosigue diciendo el mismo Santo-, que en el cielo hay otra cosa mas gran- de, mas admirable y mas divina que en la tierra : no por cierto. Abrid en orabuena aquellas puertas eternas, entrad por aquellos salones de la gloria , y=-mirad con atencion lo que allí se os presenta mas precioso. No os detengais en la hermosura de los Angeles , ni enla - belleza de los bienaventurados : subid hasta el trono de la Trinidad Beatísima , registrad si podeis aquel Sér infinito , eterno y soberano , y este mismo Dios de (a) Christus apo rot est... . pise D. Paul. ad Hebr. C. ix. y. 28. - DOS Y ¿IE

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz