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208 La -«SERMON XIV. DE SAN FELIX DE CANTALICIO, PREDICADO .sd Le ds EN EL CONVENTO DE CAPUCHINOS DE LA dnd DE TORO - ; EL AÑO DE 1780. Confi teor tibi, Pater, Domine ceeli et terre, quia abs, condisti bec á sapientibus , et pradentibus, et revelasti ea seta S. Marth. C XI, V. 25. E mas se registran las obras de la adorable - Provide enciadel y 0 2 pp ptr dad de su Igle- sia, tanto mejor se perciben en ellas unas divinas señales que desde luego distinguen la religion de Jesuchristo de las opiniones y sectas de los hombres. Y á la ver- dad , carísimos us elegir los medios proporcionados con fines que se. e Dr E cial pa fuerza para es a de la elogiiencia para persuadir , ¿de la grandeza para confundir , y eos los deleytes para corromper , es el primer plan de la prudencia de los hombres , en que nada se halla de admirable y. rodigioso ; pero que la flaqueza en ma= nos de Dios haya sido mas ma que la mayor fuerza de los hombres : mas que la política del siglo de - Augusto , que el luxo de Asia, la fuerza de los romanos, la sabiduría de los egipcios , la ferocidad de los bárba- , la vanidad de los filósofos , y las supersticiones: de los pueblos ; y finalmente , que todo lo grande, lo sabió , lo poderoso del mundo se deshaga y aniquile á la presencia de la rusticidad , flaqueza é ignorancia de doce póbres pecadores , esto es , señores, un asombro, es una maravilla, es un Pq propio y peculiar