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206 SERMON XIIL E - yas decisiones peta , CUYOS ministros reverencian, y cuyas costumbres observan. + ya para con los pue- blos. distre, premios y castigos con proporcion” á los vicios y virtudes de los hombres ; y ya para o mismos siendo sóbrios , justos , piadosos , ve= , ma gnánimos y caritativos:. estos , dice el Espí- anto , serán justificados (d) : estos, hallarán que cn San á su favor en el terrible, tribunal del Om- nipotente 55, y quando 4 los malos Reyes se les prepare un juicio durísimo , y su memoría sea abominable de- lante de Dios y de los hombres ,/los buenos Soberanos como los Fernandos, los Luises:, los Casimiros , los Enriques y los Eduardos , serán amados de Dios y de los hombres , su memoria se repetirá con alabanza Des los siglos mas remotos, y los pueblan pendecióón d, amados Fe mios ó por nuestros. venera- y Soberanos , para que imitando á sus gloriosos pre= decesores », Se2.mos felices baxo su justificado gobier- no. Dad valor , ó bienaventurado Nepomuceno , á Nuestras Ape son. -JUEStrOs grandes. méritos de- paz general que vivifique | el comercio , reanime la ; agri- cultura , dé movimiento á las fábricas. y volviendo al seno de sus familias tantos brazos fatigados con el peso pa las. armas , se exerciten en las do me $ e yy | cíficos. los. ugecstas a guerreros valerosos. E ioso bene Nepomuceno , por esta ciudad , en que con tanta edifi- cacion se acaba de establecer vuestra congregación ilus- tre. Pedid muy particularmente por los especiales de- vOtos Vuestros, Je con tanta religion y piedad promue- me lestros culto sy álcanzadhos 4. á todos de su divi- agestad una fe ed unaRa EA y Una ca= BA la >> Lido. et Hapitécil pr ds Rh