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des inspirándoles- una aeparacio( | e DE SAN JuAN NEPOMUCENO. 199 bárbara, se precipitó hasta el delirio de pretender que su confesor el ilustre Nepomuceno: le revelase la con= fesion de la Reyna. Persuadiale al principio con cariño y dulzura quanto importaba descubrirle este secreto para la. tranquilidad de su conciencia , para el bien del Estado, y buen régimen de su gobierno. Insistia en que nada se aventuraba en ello, no obstante la reverencia debida al sacramento de la Penitencia , porque lo descu- bria á un Rey que sabria hacer un buen uso de la noticia; y para obligarle mas le ofreció empleos, > e y riquezas. Horrorizóse Juan al escuchar una" | tanA aro con un semblante capaz de . de la ley que le queria hacer >< 7:9 renta la fdclidad que debia 4 su ministerio sacerdotal: la irreparable in- juria al sacramento: el horror que Impondria á los fie- que tuviese a a Jare dl Ántes' 108 manchar el santuario con el infame: sacrilego pera? de la violacion del sigilo pere PS arme mm ministre > 1 Altísir yr Pda mer NE pomuceno? 2 Habeis oido, fieles, la satisfaccion y con- ae con 7 habeis de sacos alPos e 4 tribunal er loNuestro Pres e: Anvitló.y OL potato no nos afianza esta verdad, Las cárceles mas obscu= ras, las cadenas mas pesadas , los tratamientos mas crueles”, Jas importunacion.s mas repetidas , las ame- nazas mas reiteradas de un Rey impío y sachilego, , MO