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196 25 SERMON XIII, ! e las que son muy fregíientes los naufragios en toda cla= se de personas. En las cortes , como en todas partes, se hallan vicios y virtudes, males y bienes ; pero con la diferencia de que en la corte. todo es extremos, y ra= ra vez se halla en ella un medio justo. La violeucia de las pasiones que en ella dominan, la facilidad que hay para contentarlas, y la esperanza: de que queden sin castigo los delitos , hacen mas dificiles las virtu- des: es verdad que las de un cortesano justó son mas puras y héróycas; pero por la: misma razon -lós vicios del cortesano pecador son mas desenfrenados y es= caudalosos. Sus intrigas , sus partidos, sus fraudes, sus venganzas , á veces tan ocultas , tan disemuladas , tan= fingidas con el aparente titulo de premios, exigen en el ministro de la divina pa labra un espíritu fino y de- licado para conocerlas, un talento supérior para re- prehenderlas, y un discernimiento mas que de bom- bre para no herir al pecador quando se trata de ar- rancar el desórden del pecado. ¡Ay , quanto es de 'te- mer , católicos. » ge el O de Ja ore ae fumbra a EAI 1 ¡St z d e na de los grandes se extienda hasta respetar sus vicios, y que la soberbia magestad ue los roda mantenga en un infame cautiverio a la palabra de Dios! ¿Quién se > Se e ta cabal : ne. ; j al César lo: chos imprescriptuibles del pueblo, y la extensión y lí= mites de la jurisdiccion del Soberano? ¿Quién estará do- tado de unos talentos tan sublimes, que favoreciendo 12 Causa de los pueblos oprimidos por el abuso del po- der, se haiga al mismo” tiempo temer y amar de los mismos opresores * Quis est bic, et. laudabimu s eum? ¿Quien , señor? Juan Nepomuceno, Este hombre dig= ¡Quánto es de temer que ¿Fiapito debido: rea | Quis est, bio; el "laudabinius Plis ud ministro de la vina ¿alada penetra hasta dotides llegan los dere= . E di ds a 0 ua e