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=$ A DE SAN JUAN NEPOMUCENO. 187 mos servir á nuestras pasiones , ¿de .quántos males - nose hará instrumento i Sean testigos de esta espan- tosa verdad los- juramentos falsos que tantas verdades desfiguran , tantas mentiras defienden, tabtos proce- sos embrollan , tantos inocentes condenan , Y tantos perjuicios . ocasionan. Sean testigos las maldiciones mas freqiientes , las blasfemias mas escandalosas, las delaciones mas injustas , las calumnias mas atroces , las detracciones , las sátiras , las mentiras , y todos los demas excesos de nuestra lengua , que forman un mundo entero de iniquidad , como decia el «Apóstol Santiago (a). Todos debemos. hacer un buen uso de la lengua ; pe- ro este es un empeño tan árduo y tan dificil , que es me- nester graduar á un hombre de varon perfecto , y de bienaventurado, como me oisteis en el principio ;, si llega á conseguirlo : Beatus qui lingua sua non est lapsus. Es menester observar un prudente medio entre la lo- quacidad y un silencio inoportuno: ni siem epi eb estar taciturnos , ni debemos estar habl siempre. Es menester usar de la facultad de la palabra que Dios nos ha concedido para el acrecentamiento de su gloria, para la edificacion del próximo, y para nuestra propia utilidad. En suma , es menester hablar quando se debe, y callar quando conviene. Este es el medio entre los dos extremos : esta es la perfeccion del hombre de bien, el decoro de un sacerdote exemplar , el carácter de un confesor prudente , la divisa de un ilustre mártir; y en una palabra , el distintivo . del glorioso mártir por buen confesor San Juán Nepomuceno : sl qui lingua sua non est lapsus. Este es aquel sacerdote grande que en sus días agradó al Señor , y fue hallado justo , porque hizo un buen uso de su lengua. Este adorno ilustre de Bohe- ia , luz resplandeciente de Praga , modelo de ca- _(a) 5. Jacobi ep. c. 111. v. 6. ña2