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DE SAN ÍsipDrO: LABRADOR: 179 cortos bienes da tambien de esos pocos con alegría y buena voluntad ,cercenaba de su corto: salario quanto para hacer participantes á sus hermanos los po-= bres , ciñéndose él á los límites de la mayor frugalidad. ¡Qué espectáculo , señores, tan digno de la admiracion de los Angeles, se descubre en la caridad de nuestro 1si- dro! El Santo se aprovechaba de quantas ocasiones se le presentaban de exercitarla. Convidáronle un dia á co- mer en una funcion de cierta cofradía,de'la que era in- dividuo Isidro: tarda el Santo en concurrir al medio dia, porque anduvo muy ocupado recogiendo una gran- de tropa de pobres: lleválos consigo á casa del ma- yordomo , pero no cabian en ella por ser tantos: dícen- - le que han comido ya los demas hermanos, y que so- lo se le ha guardado su parte: Venga enhorabuena esa parte , dice el Santo; y tomándola en sus manos entra con ella en es de sus amados pobres. oyentes mios , de aquel estupendo lara: del Salva- y to quando con cinco panes y dos peces alimentó en el desidii á tantos millares «de hombres: acordaos » di- go , de aquel prodigio; y miradle repetido por la cari- dad de este Santo. arte aquel poco de pan con sus ben.» ditas manos; y en ellas se multiplica de suerte que so- bra pan para todos los convidados. Executa lo mismo - con la demas vianda : come él, y comen abundante- mente sus pobres : quedan todos satisfechos , y sobra comida. ¡Ó qué prodigiosas son las obras de la caridad! ¡Qué benéficas las entrañas de la misericordia! -Mas no penseis que la caridad de Isidro se ceñia á estos límites. El amaba á todos los hombres , y á to- dos les procuraba algun socorro. Aun duran en Ma» - drid los pozos de San Isidro, que labró para la co- mun utilidad. Perenne está la fuente en las cercanías de la Corte que hizo brotar el Santo con el golpe de su hijada , para refrigerar la sed desu amo en los ar- dores de un abrasado Agosto, y. para que todos-los que bebiésemos glorifiquemos- 4 Dios que tan' admis Z2