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DE-SAN Pio V. ] 159 le estas admirables palabras que la Escritura santa nos dice del Moyses de la ley escrita: In.verbis suis mons- tra placavit :glorificavit illum in comspecta Regum, et jussit illi coram populo suo. Es decir , que San Pio V. fué un hombre que con su exemplo y su doe- trina desterró la relaxacion de los christianos tibios, confundió la astucia de los hereges protervos, y ater- ró el orgullo de los soberbios turcos: In verbis suis monstra placabit , haciéndose por eso respetable á los Reyes , amable á los pueblos , y agradable á Dios nues- tro Señor. Ved aquí tres pensamientos admirables, que reducidos á un solo discurso demuestran el carác- ter de San Pio V. , y abrazan todo su elogio. Gloríate pues , Ó pueblo de Tagarabuena , de poseer tan esti- mables reliquias de este hombre incomparable , y prepárate no solo á oir sus grandes acciones , sino á imi- tar sus heróycas virtudes en la parte que á cada uno le Cr se Y para que así sea , vos 5 Dios mio... AVE MARIA De : Es una verdad indisputable que quando Dios elige á un hombre para obrar por su medio prodigios y mara- villas estupendas , le comunica una voz de fuerza y de virtud 4 e nadie puede resistirse. Las- mayores dificultades , los mas grandes obstáculos , parece que solo sirven para hacer mas pública y mas patente la omnipotencia de aquel gran Dios en cuyo poder obra el hombre : Ecce dabit voci sue vocom virtutis. A su presencia se avergúienzan los pecadures , se confun- den los hereges , se aterran los turcos , y se confiesan vencidos los enemigos mas irreconciliables de la relí- gion christiana. Los Príncipes atraidos del resplandor brillante de sus virtudes le respetan , y los pueblos re- ciben sus palabras como palabras de Dios: Ecce dabit voci sure vocem virtutis. Val fué la voz de: incompa- rable San Pio V., en cuyo «culto nos empleamos, Su