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pE Los DOLORES DI NUESTRA SEÑORA. 107 vocacion de los dos pueblos judio y gentilico al suave yugo del Evangélio, y en la eleccion de los predestina- dos; no obstante estaba su corazon penetrado de unas punzantes espinas que la causaban agudisimo dolor. La misma divina luz que la manifestaba la salvacion de muchos hombres, la mostraba al mismo tiempo la ruina de otros innumerables. La sangre de Jesuchristo, cuyo precio era superabundante para la redencion de muchos mundos , la veia inutilizada en la condena- cion de tantas almas, cuyo exórbitante número mar- tirizaba su inocente corazon. Una sola gota que se perdiera la causaba una pena inexplicable » 3 qué se- su Hijo amado por tantos infelices, que á pesar de la predicacion del Evangelio. perseverarian en su funes- ta ceguedad ? ¿Por tantos: hereges que voluntaria- mente sordos se desdeñarian de oir las voces de la re- ligion y la uniformidad de su doctrina? ¿Por tantos. malos christianos que ultrajarian su santidad ', vili-. pendiarian sus misterios , y volverian , como decia- San Pablo , 4 crucificar á su mismo Redentor? ¡Ah, señores! Si atrevida y obstinadamente no negais en la: Virgen la ciencia de las Escrituras que Dios la habia comunicado , si no negais el grande amor que tenia á- su Hijo, ysu eminente dignidad de Madre de Dios, es precisó que confeseis que la atormentaria el cora- zon con dolores inexplicables la vista de los futuros siglos de la Iglesia. | | - Sí , amados mios , la Virgen veia que Dios habia muerto por los hombres , y al mismo tiempo veia «que: para la mayor parte de ellos era. como si no hubiera: muerto. Veia que toda la sangre de su Hijó"se habia. derramado para quitar los pecados del mundo , y. mi- raba tambien que derramada la divina sangre habia de durar en muchos el reyno del pecado. ¿No veis co- mo se van descubriendo cada vez mas profundas las, heridas del corazon de la Virgen? Si 4 un Dios pron- O2 A