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. SermMON VI. que inclina hácia ella la cabeza , y omitiendo el dulce - nombre de Madre , porque no experimente siquiera este consuclo, la dice: nuger ve ahí á tu hijo; y vol. viéndose algun tanto hácia San Juan , le intima que re- ciba á la Virgen por su madre (a): viendo, digo , Ma- ría Santísima á su Hijo como iba en la mando todos los oráculos., todas las prof terios que desde los siglos mas remotos habian anun- ciado su pasion , sus dolores y su muerte, ¿habria corazon de bronce que mo se enterneciese , entrañas de diamante que no se despedazasen á la violencia de semejante dolor ? Si las piedras se rompen, si los. sApuicros se ora , si el velo del templo se rasga, eclipsa tierra; tiembla. y los elemen» conit | qué haria € tierno, el dulce, el | :azon de tal Madre en da muerte de su Hijo? ué haria | la proa y _quál seria su dolor al tener- le. en, sus brazos ya difunto despues que le baxáron de la cruz todo desfigurado , todo ensangrentado , y he- cho una llaga desde los pies á la cabeza? Quis est bo- mo qui non fleret, Christi matrem si videret in tanto suplicio? ¿Quien es el hombre que no se deshaga en lágrimas al ver el rostro delicado de la Madre uni- do al rostro ,ensangrentado del Hijo, señalado con su sangre, lavado con sus lágrimas, y limpiado con la toca de su cabeza? Se enternecerian los bronces y los peñascos al escuchar las dolorosas expresiones que la afligida Madre diria á su difunto Hijo. Bellísima oca- - sion, pecadores de mi alma, bellisima ocasion se Os presenta ahora. para obligar á. la Virgen 4 agotar hasta las heces del mas amargo cáliz de su dolor. Venid, y en vez de dar piadosa sepultura al. cada- ver de su amado , arrancádsele de sus brazos, y vol- ved con vuestras “culpas 4 fixarle en la santa cruz. Ven hombre avaro , y crucificale esas manos dadivo- (a) Mulier, ecce filius tuws...ecce Mater tua. Joann. c.x1x. y.26,