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> DTaA SEGUNDO." dor de la tierra. Debe, pues , sin exceder la virtuosa moderación ; tener ciertos. emsanches en el mundo el uso de las cosas, pero no enla: religion + donde todos tenemos una misma casa , una misma: mesa, un mismo vestido, y un mismo instituto, sin distincion de cla- ses, nacimientos Ó condiciones. Está dicho todo con una sola” palabra de los Hechos Apostólicos , que ha- blando de la vida comun de los primeros christianos, nos dice, que á cada uno se le socorria segun su ne- cesidad: Prout cuigue opus :erat. ¿Lo habeis oido, Se- ñoras ? Para el socorro de las verdaderas: necesidades, poco es suficiente ; para las de capricho , antojo y fan- tasía, nada es bastante. Las primeras deben socorrerse segun los estrechos límites que prescriba el instituto y mande la santa regla: las segundas deben desterrarse, y perpetuamente abolirse. Parecerán tal vez excesivamente duras estas leyes á algunas Religiosas. Destierro de todo lo superfluo, de todo lo exquisito , de todo lo demasiadamente precio- so , dexando solo el uso de lo humilde, de lo pobre, de lo sencillo , dedo: necesario , y aun “esto ¿con total de- pendencia : dela superiora. Durus est: hic sermo. ¿Du- ro? No lo ereerán así las buenas Religiosas, que saben que esta es su esencial obligacion por lo perteneciente á este voto. Solamente: podrán: quejarse de esta» dureza aquellas Religiosas de solo nombre , que habiendo: vi- vido en penuria allá en el siglo, quieren vivir con abun- dancia en el monasterio: aquellas que no teniendo ape- nas pan en su casa , desean las viandas mas delicadas en la casa del Señor : aquellas que:se hubieran alegra» do de haber tenido allá en el mundo un vestido décen- te y pobre: y ahora apetecen una mortaja demasiado aliñada.y exquisita : aquellas qué dexaron solo en la apariencia las riquezas desu familia, y traxeron á. la religion las vaxillas , las bandejas , los cubiertos de pla- ta, y otros muebles. exquisitos , para vivir llenas de K
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