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DIA SEGUNDO. 61 cion. 3Siente este “dulce placer vuestra alma quan- do hablan de Dios?... ¿Leeis con mas gusto los libros que tratan de las eriaturas de la tierra, que los que tratan del Criador de todas, ellas?... El-amor se conoce por las obras: ¿3quáles son las vuestras para_demostrar el amor?... ¿Quántas provincias anduvieron los Apóstoles para predicar el Evangelio de aquel Dios á quien ama- ban?... ¿Quántas fatigas los confesores porque ama- ban?... ¿Quántos tormentos padecieron los mártires por- que amaban ?... ¿Quántas luchas las vírgenes en defensa de la pureza porque amaban ?... ¿Quántos trabajos to- dos los predestinados, por no perder la gracia de aquel Dios á quien amaban ?... ¿Y qué presentais vosotras para prueba de vuestro amor?...¡O quántas veces un puntillo , una vanidad , un pequeño disgusto Os resfria, disminuye y aparta del amor de Dios! ¡O qué grande confusion! ¿ Quánto hacen y padecen los del mundo por una hermosura temporal y perecedera? ¿Y nada ha- remos, nosotros por una eterna hermosura? Confundá- is de Dios, y exáminémonos muy bien del' poco amor que le tenemos. MEDITACION SEGUNDA Como Dios ha de ser amado por ser centro de muestra alma. Considera , alma mia, como todas las cosas ape- tecen naturalmente su centro,:y desean su perfeccion y su fin, en el qual descansan y se aquietan. La piedra apetece su centro natural , y por eso desciende. Los rios corren hácia el mar de donde salieron, y adonde con ¡grande rapidez se van acercando para llegar á su propio lugar. El fuego sube con ligereza á su esfera, y no pára hasta llegar ásu fin. ¿Y tú, alma mia, á qué fin caminas? ¡Ó Criador de nuestras almas!¡Ó princi pio y fin de «nuestras almas ! Nos'criaste para tí, y

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