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DIA PRIMERO. cl vecho. ¡Pero'ay! El mismo Señor es quien te busca, el mismo es quien te llama ; su bondad llega hasta el ex- ceso de salir'al encuentro 4 los que de él se apartan, á los que se extravian, á los que huyen. ¿No le ves car- gado con aquella .ovejuela: traviesa , descarriada , y perdida del rebaño de Israel? ¡Qué pastor tan amable! ¡Qué dulzura! ¡qué misericordia! Si no le amas por ella , alma mia, mas dura eres que los: pedernales y los bronces: él es tu refugio, tu amparo , tu fortaleza, tu única y. verdadera felicidad. Abísmate en el infinito piélago de su bondad : arda tu corazon en la llama inmensa de su amor: abrásense tus entrañas en el inex» tinguible fuego de su eterna caridad: no descanses hasta descansar en él. Poco falta para llegará este fe+ liz y dichoso término. Tus hermanas, que habitaron tu misma celda, que vistieron tu mismo hábito; que con+ eurrieron á. tu mismo coro, llegarón ya, y recibieron su premio del Dios de bondad. y misericordia: sigue sus pasos, imita sus virtudes , y alcanzarás las mismas Cecompensas. ] IT PLÁTICA SOBRE EL ESTADO RELIGIOSO. Tu qui es? us responsum demus his qui misserunt nos. ' Joan. cap. K Nada extraño seria , venerables Religiosas , que yo os Hhablase hoy'de la misma suerte que en su tiempo hablaron al Bautista varios personages «distin+ guidos de Jerusalen..Al mirar «en el Bautista una vida extraordinaria, un vestido aspetísimo., una: comida:in2 sipida y escasa, unas cóstumbres rígidas y austeras ,: y una conducta mas angélica que humana: al oirle pres dicar penitencia en remision de los pecados , abrasado en el zelo de la: gloria de Dios y salvacion de las almas; F

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