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240 Exencicios EsPIRITUALES. tenemos que detenernos en ésto, ni en suponer algu- na condicion 4 la intencion- para llamar la intencion condicionada , 6 no poner condicion alguna para de- cirse absoluta , y otras cosas á este modo; lo que im- porta saber es que para obrar virtuosamente ha de haber intencion actual ó virtual , y que qualquiera de ellas será mas ó ménos meritoria en proporcion de su pureza, de su universalidad y de su fervor. Digamos algo de cada una de estas tres condiciones , que os le- vantarán á la mayor perfeccion si las observais exác- tamente. La primera es que sea pura vuestra inten cion. Para comprehender esta importantísima verdad fi- xad en vuestro espíritu «esta máxima evangélica: en muchas cosas se ocupan los mortales, pero una sola es la necesaria. La pretension de los empleos , el ansia por los vestidos elegantes, el apetito de los manjares sabrosos , el luxo en los: edificios, en los muebles, en los criados y en los viages, el desco de las riquezas; todas estas cosas que ocupan 4 innumerables perso- nas, desaparecen delante de: Dios y de las mismas per- sonas , si la salvacion que es el único-bien necesario no se consigue. Marta, Marta, decia Jesuchristo á la her- mana de «María Magdalena , solicita es, et turbaris erga plurima. Porro unum est necessarium. La salva- ción cs el único asunto que nos interesa; si ésta se al= canza , nada perdemos en perder todo lo demas ; si és- ta no se logra, nada conseguimos por la adquisicion temporal*de todo lo demas, sino hacernos infelices pa- ra siempre: Unam perii a Domino, hanc requiram. No os pido muchas cosas, Señor , decia el Santo Rey Da- vid ; ina sola pretendo una sola busco , una sola es el empleo de toda mi solicitud y mis cuidados: la“sal- vacion de mi alma: el habitar en vuestra casa, Dios mío', per toda la. eternidad. Una alma religiosa que vive tien penetrada de esta verdad eterna, va con to- das cal coro, con todas 4 la oracion,.pero: su: espí-

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