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210 Exencicios ESPIRITUALES. obediencias , y todas las relaxaciones desaparezcan. Sia lencio, «preladas; para mantener con teson y tirmeza en vuestros conventos el espiritu monástico en toda su'púrezáa y perfeccion: Silencio ,«súbditas, para' festa- blecer el crédito de vuestras comunidades. Silencio ani cíanas; para; edificar con vuestro exemplo-á- las jóves nes. Silencio; jóvenes, para acostumbraros á llevar:con mérito desde vuestros mas tiernos años el suave yugo del Séñor»:¿ Pero qué medios: direis ¿ deberrios: aplicar Ipara> eumplir la obligacion del silencio ?. Esto: ofrecí explicaros en la: Lola Segunda parte. 113. Bien creo yo, /¡Señoras,:que habreis entendido que el silencio, cúya obligacion he demostrado por los man- «datos de: muestros mayores; por las santas' reglas que inspirados de” Dios escribieron, y por los ilustres y edi ficantes exemplos que desu” observancia «nos dexaron, no sólo es aquella taciturnidad ó perpetuo callar «con «que una persona permanece sin hablar por mucho: tiem: «po. No , venerables::Religiosas,' esto no: seria mas que auñá mudez temporal mas 'ó menos prolongada , segun el genio, la extravagancia ó el capricho «de la: perso- na: esto ño seria un silencio virtuoso mandado por Dios , y observado por la 'criaturá para obedecer con mérito propio 4 la voluntad de su Señor: El:silencio no es callar siempre , Sino callar quando conviene; y hablar quañido corresponde. El'Espíritu Santo nos dice en-las divinas Escrituras, que hay tiempos de hablar y tiem- pos de callar. El silencio de quesyo hablo , no es.solo el exterior,' sino elointeriop ,. yuéstemas propiamente que aquel. Quierórdecir , uh silencio «santo, espiritual, virtuoso que mos acerque á Dios al paso que:nos apat- te de las criaturas: un silenició que nos una con: Dios, «y nos separe * del comercio de los hombres: un: silen- «cio. que mantenga la compuncion y ternura del espe
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