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DIA QUINTO. 179 Concluyamos ya esta plática, venerables Religio- sas , reuniendo en pocas palabras las grandes verda- des que habeis oido. Bendecid la. mano del Omnipo- tente que Os inspiró la resolucion, santa, de. renunciar todos los bienes con la pobreza evangélica; pero mos- tradle el agradecimiento mas profundo, por ser una pobreza honorífica , gloriosa , tranquila , y asilo de las virtudes. Bendecid sus misericordias, porque con su gracia votasteis una continencia perpetua ; pero dadle honor, culto y reverencia, porque os proveyó de me- dios para su observancia, y prometió grandes premios por cumplirla. Bendecid su bondad, por haberos man- dado que presteis vuestra obediencia á sus preceptos; pero glorificad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en unidad de la divina Esencia y en trinidad de Personas, porque os manda obedecer á un Ser eterno, justo, san- to é infinitamente perfecto: á un Ser que nada manda que no sea santo: que mada manda sin conceder al mismo tiempo sus auxilios para la execucion , con los que sostiene y ayuda á la criatura para que cumpla los preceptos del Criador. Bendecid 4 Dios ¡porque os sa- có de un mundo en que se padece una pobreza con desprecio, se mantiene una continencia sin mérito, y se obedece con pena y sin utilidad. Bendecid á Dios porque con sus inspiraciones santas habeis prometido grandes cosas ; pero glorificadle y bendecidle porque él os las ha ofrecido mayores. Guardemos nuestros vo- tos con fidelidad , y aspiremos á las eternas recompen- sas con segura confianza. El trabajo es breve, el ga- lardon no tiene fin. Dios dará 4 cada uno conforme 4 sus obras. Vivamos de manera que consigamos cantar eternamente sus misericordias en el Cielo. Amen.

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