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Dia sírtTimo. 97 sion enseñarán á las gentes, quando hasta el mismo Hijo de Dios publica su legítima mision, diciendo: mi Padre me ha enviado á evangelizar los pobres (1)? ¿Quando el mismo Jesuchristó hace pública la mision de sus Apóstoles, quando les dice: Tte: ecce ego mitto vos (2)? El Sacerdote sin ciencia será de la clase de aquellos malos ministros de quienes el Señor se que- ja, diciendo: nada han aprovechado á: este pueblo; porque ni los envié, nilos mandé que fuesen (3). El Sacerdote sin ciencia no posee aquella sana doctrina que tanto recomienda San Pablo á su discípulo Tito; ni aquellas palabras sanas que habia aprendido Ti- moteo de su maestro el mismo Santo A póstol: ¿cómo podrá pues enseñarlas 4 los fieles que vayan á oirle como intérprete de la ley órgano de la voluntad de Dios ; y depositario de su doctrina ?' Si; es menester, decia San Agustin , ser primero oyente que predica- dor, y aprovechar mas con la vida que con la doc- trina; porque toda la grandeza de la dicción mas elo- qiiente , esincomparablemente ménos que la bondad (1) Evangelizare pauperibus missit me. Lucx c.1v. v. 18. (2) Luc.c. x. v. 3. (3) Cum-<go non misissem eos, nec mandassem cis y, qui nihil profuerunt populo hwic , dicir Dominss... Jerem. C. xxuL Vers. 32. Tom. IT, N