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í 90 dos, maestros y discípulos, maridos y mugeres , sol- Exercicros EsPIRITUALES. dados y oficiales , labradores y menestrales-, sacer- dotes y legos, religiosos y religiosas... ¡Gran Dios! ¡qué multitud de cosas deben saber los fieles para salvarse! ¿Y tenemos obligacion los Sacerdotes de en- señarlas ? El sacrosanto Concilio de Trento nos res- ponde que sí : 4d populum docendum ea que scire'om= nibus necessarium est ad salutem. ¿Es necesario á to- dos y cada uno de los fieles saber y entender: las obligaciones de su respectivo estado y oficio? Sin saberlas no pueden debidamente cumplirlas, ¿Es ne- cesario que todos y cada uno de los christianos sepan segun su capacidad y talentos las cosas mandadas por algun precepto , ó absolutamente necesarias pa- ra salvarse ? Indubitablemente. ¿Quién sin obedecer á los preceptos de Dios, y á los mandamientos de la Iglesia, podrá salvarse? Ninguno. 4 Y Podrá en- señar toda esta asombrosa multitud de verdades el Sacerdote ignorante? ¡Ay de mí! Los eclesiásticos que acompañados de una fea ignorancia se intrusa- ron á fuerza de empeños y de intrígas en el Sacerdo- cio,no fueron llamados de Dios,ni escogidos por Dios para la instrucción de los pueblos, y. quomodo pre- " dicabunt , nisi mittantur (1)? ¿Cómo sin legítima mi- (1) Epist. Paul. ad Rom. C. X+ Y. 15+