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DIA DECIMO. 399 toda la eternidad : desterremos el pecado con lágri- mas de penitencia , y procuremos salir de- estos san- tos Exercicios como unos nuevos hombres, formados segun el espíritu de Dios. ¡Qué alabanzas daremos al Ser eterno por habernos aprovechado de tan favora- ble ocasion! ¡ Qué cánticos, qué himnos entonaremos en el cielo, si una vida virtuosa é irreprehensible fue- se el fruto de:este Retiro espiritual! Animo pues, ve- nerables Sacerdotes: el asunto es de la mayor impor- tancia: no se trata ménos que de una eternidad de bien , ó una eternidad de mal: un.cielo para siempre, 6 un infierno para miéntras Dios sea Dios,