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Dra Décimo. 385 ritum exbalavit (1). Confieso, señores , que estos co- nocimientos me estremecen , estos exemplares me es- pantan : unos hombres de Dios, unos modelos de hu- mildad , de continencia y de modestia: unos decha= dos de penitencia, de caridad y religion : unos exent. plares de paciencia, obediencia, desinteres , fortale- za y templanza , se horrorizan.al morir con el cono= cimiento de sí. mismos , con la vista de la-eternidad,, y la presencia de Dios; ¿qué deberemos hacer nos= otros, criaturas débiles , imperfectas y pecadoras ? Si así. se inclinan los cedros del Líbano, ¿qué aconte- cerá á las frágiles cañas ? Consternados con la memo» ria de los pecados , afligidos con. las tentaciones de los demonios , espantados con la terribilidad de los juicios de Dios , ¿qué paz podrán tener al morir.los Sacerdotes malos? ¡Ay Dios, y qué pensamiento tan triste! La memoria de los pecados cometidos, 4 la mane= ra, de un torrente impetuoso , los eonturbará ponién- doselos presentesicon todasu gravedad , número y circunstancias (2). Yo soy , dirá una culpa , aquel es- Cándalo que diste á aquella persona, robando 4 Dios (1) In ejus vita , etin Brev. die 21. Octobris. (2) Torrentes iniguitatis conturbaverunt me. Praocupargo runtne laqueimortis. Psalm. xyi1 v. 5. et 6. Lom. IT, Ccc - 4