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314 Exencicios EsPIRITUALES. otra causa quiso Dios amarme tanto, sino porque yo le amase. ¡Es posible-, Dios mio! ¿Tanto vale mi amor? ¿Tanto gustais de mi amor? ¿Tanto estimais mi amor ? ¿Y tendré yo valor para no amaros? Co- razon, alma , sentidos , potencias , Cuerpo y espí- ritu, ofreceos todos en sacrificio , en holocausto so= bre el encendido fuego del divino amor. Pero ¡ay! ¿Quántas veces he pronunciado estas mismas pala= bras? ¿Quántas he proferido estas mismas expresio- nes? Sin embargo, ¿qué progresos he hecho hasta ahora en el divino amor? Si se juzgan mis palabras por mis obras, ¿qué caso puedo hacer de todas mis protestaciones ? ¡Reflexion terrible, que me humi- lla y me avergiienza ! Pero, Dios mio, sea hoy quando este santo amor se encienda para siempre en mi corazon. Divino Espíritu , caridad esencial y siempre subsistente, fuente inagotable de aquel sa- grado fuego que abrasa á los Angeles bienaventura- dos, y 4 todos los escogidos de Dios, desciende, des- ciende, entra ea mi alma, y abrásala tú mismo. Si aun todavía se halla empedernida , hacedla Vos una provechosa violencia. Vos penetrais por todas las cosas, y os basta un movimiento solo para inflamar todo un corazon y consumirle. Vos pues podeis ha- cer que: yo salga como los Apóstoles salieron del cenáculo con el mismo amor, con la misma resolu-