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268 Exeñcicios ESPIRITUALES, dos los fieles. Desprendidos delas cosas de la tierra, no se les ve suspirar por nuevos beneficios y mayo- res rentas: huyen de presentarse en' las cortes, de incomodar á toda clase de personas con sus ambicio- sas pretensiones, humillando , abatiendo, envile- ciendo la dignidad sacerdotal hasta las baxezas mas reprehensibles: no asisten á la partida de juego en la casa del que puede adelantar su fortuna, ni acome- pañan á su esposa al paseo ni al teatro; no concur- ren á las tertulias , donde reyna la adulacion : no se Hhumillan á los caprichos de los grandes y podero- sos, ni soñ causa de las repetidas órdenes en que se manda salir de la corte á los eclesiásticos que no tienen en ella su destino: finalmente , los-buenos Sa= cerdotes estan muy léjos de presentarse en.las ferias públicas entre la behetría y bulla de los ganados, entre las voces desentonadas , entre las expresiones indecentes y groseras de los que compran y venden los animales , para vender ellos, comprar ó cam= biar las bestias Ó reses que por sí mismos conducen á aquella publicidad con eterno vilipendio de su es- tado. ¡Qué distantes se miran los Sacerdotes desin- teresados de aquellos contratos que confirma el vino: de aquellas destempladas y vergonzosas. corroblas que dan firmeza á los cambios ó trueques de los ani- males ! ¡Aly Dios, mis yenerados Sacerdotes, á qué

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