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Dia NOVENO. 258 aventurado el hombre que cumple el precepto que Dios le ha impuesto de mirar por la felicidad de sus próximos: Ved ahí unos preceptos saludábles del Se- ñor que no podrán cumplir jamas los Sacerdotes; miéntras que amen desordenadamente el dinero: miéntras que este amor, reprobado por Dios, los man» tenga con la pluralidad de beneficios, contraria á los sagrados cánones : haga retener como propio Jo so» brante ó superfluo de sus rentas eclesiásticas, lo que es opuesto á la doctrina del Evangelio y de los:santos Padres; éinduzca y compela á legarlo en testamento á sus parientes, olvidando las leyes de la Iglesia, Tres desórdenes sumamente reprehensibles, que na» cen de la raiz envenenada de todos los males, la ava- ricia, y de que vamos á tratar en esta plática, para excitar en vuestros piadosos corazones aquel espíritu de desprendimiento de todas las cosas terrenas, y el deseo de las eternas que tanto nos encarga Jesu- «Christo en su Evangelio. Vos , Virgen Santísima, Madre de Dios y amparo de los hombres , alcanzadme del Señor gracia para que yo hable dignamente del asunto para gloria del mismo Dios, y provecho de nuestras almas, li2