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Dra OcTAYO. 27 un ánimo revestido de fortaleza puede salir ileso, co- mo los niños del horno de Babilonia, ¡; Quántas veces se lamenta un Sacerdote justo, cómo el ¡Apóstol San Pablo ; de no hacer el biea que quiere ,y experimen- tar á pesar de sus resistencias el mismo mal que abor- rece! ¡Quántas veces, aun despues de muchos dias, muchos meses y muchos:años, la imaginacion «con- serva. las especies lúbricas que llegáron-4 su noticia; y las presenta en medio delas ocupaciones mas san= tas, con dolor y lágrimas del mismo que lo experi- menta !+¡Quántas veces: los. hombres, más ilustres, que han superado con un valor heróyco: las persecus ciones mas injustas, los viages.mas trabajosos;,. las intemperies mas.crudas de: los elementos ; la: nieve, los hielos , los vientos , las: inundaciones ¿la sed ; el hambre , el calor y el frio ¿han sido víctimas de su fragilidad en el confesonario, por haberles desama parado su fortaleza! ¡. Ay. Dios, y quánto ' necesita mos esta preciosa virtud; para ser dignos. ministros del sacramento de nuestra reconciliacion ! Añadid si os parece , venerables Sacerdotes, 4/es- tos peligros propios las impertinencias agenas: Todos quantos movidos del espíritu de Dios se dedicah 4 este trabajoso ministerio', experimentan las sandeces de los ignorantes , las preguntas y respuestas ridiculas de los:impertinentes , las repeticiones fastidiosas de Ff a