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226 Exercicios ESPIRITUALES. ce en el Deuteronomio (1): no te atribuyas tu for= Paleza 4 P mismo”; ni "digas + mis manos han hecho esto. El hombre débil por su propia constitucion, y debilísimo por el pecado , necesita que la mano del Omnipotente le sostenga y realice sus designios , y e 'váno trabajaria si el Señor le negára sus SOCorros. Nétésitamos pues que el Señor nos conceda esta' vir- túd, para que nuestra' alma supere las dificultades que 'se encuentran para obrar el bien , y moderar los. movimiéntos dela irascible ; asíéomo con la templanza tefrénamos los de la coneupiscible. Sin ella nós seria imposible seguir y finalizar con felicidad el cámino dela perfeccion , sembrado de cruces, y lleno de embarazos -y dificultades que nos presenta el mando, el demonio”, tas pasiones propias, las agenas y nuestro mismo ministerio' sacerdotal. Sen- tados en el confesonario somos los' depositarios de las miserias! de los hombres. Nuestros oidos: escu- chián con freqiiencia relaciones vergonzosísimas, que £ la manera deteas encendidas inflaman el tempera- mento mas helado: la inmediacion de las personas del sexo fragil, y la historia de sus deshices,, añaden nue- vas llamas al natural incendio de las pasiones, y solo (1) Ne diceres in corde tuo : fortitudo mea et robue manus men , hac mihi omnia prestiterunt. C. vil. y, 17.