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e 216 Exercicios EsPIrITUALES. das ; así como la prudencia sin fervor nos haria en la Iglesia unos ministros tímidos , rezelosos, inútiles y sin proyecho:,La discreta union del fervor. y la. pru= dencia nos conducirá seguramente á procurar la glo- ria de Dios ,.la.salvacion:de nuestros próximos , y nuestra propia santificacion. La experiencia de cada dia nos. manifiesta la grande dificultad de poseer ámao bas, yirtudes pues yemios Sacerdotes prudentes ; que con la demasiada consideracion de,¡los «peligros del confesonario, de las dificultades del ministerio, de la yariedad¡de, los penitentes, de lo .enredoso, y: oculto delas conciengias., se. detienen, se-rétiran , huyen del trabajo, abandonan las almas, y nada sirven en la Iglesia del Señor , por faltarles aquel fervorsanto que se emplea, generosamente en la-conquista, de las :al= mas.; y vemos tambien Sacerdotes zelosísimos:, que por carecer de la prudencia necesaria se enardecen, se arrojan y. precipitan en asuntos de dificil salida, que los han cubierto de rubor y confusion. Por esta causa pregunta:el Señor en-su Evangelio : Quis pus tas est. fidelis servus., e prudens , quem. constituik Dominus suus super Familiam suam , ut det illis ci- bum in tempore (1) ? Parece , señores , que estas pa= labras de Dios hablan con el ministro del sacras (1) Matth. c+ XXIV. y. 45. et Luc, C. XII. Y..42»