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Dia OCTAVO. 189 instruccion de los muchachos, ellos lo convierten en una diversion criminal (1). Esto podemos decir, y añadir.con nuevo dolor , que tendriamos consuelo en que leyeran los versos de la Eneida , y otros tra- tados de aquel insigne Poeta ; pero se leen por des- gracia los de otros libertinos infinitamente mas per- judiciales. Se forman espíritus de partido, se defien- den con una obstinacion durísima sus dictámenes, y se alborota el mundo, pisando la dulzura, la paz, la mansedumbre , la humildad, la union y fraternal caridad que. enseña el Evangelio. El Evangelio, ve- nerables Sacerdotes y: ministros santos de mi Dios, sea nuestra instruccion , y la enseñanza de nuestros próximos. Prediquémosle en toda su pureza , predi- -quémosle todos los Domingos y. dias festivos, para que se aparten del mal y obren el bien, dexen el yi= Cio, y practiquen la virtud. Prediquémosle en los tiempos de ayunos, en las quaresmas y advientos con mayor freqiiencia , tres dias 4.lo . ménos en cada semana, para que los fieles comprehendan la santidad (1) Nunc summi Sacerdotes Dei, omissis E vangeliis, et Pro Phetis , videmus comedias legere , amatoria bucolicorum vera suumverba canere , tenere Virgilium , et id quod in pueris nt Cessitas est , crimen in se facere voluptatis? Diy, Hieronyms Epist. xx1v. ad Dam. Pap,