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188 Exercicios EspIrrTUALES. - Ya habeis oido, venerables Sacerdotes; alguna cosa delo que es aquel divino libro en que Dios nues» tro Señor manifestó por la pluma de los Evangelistas su adorable volántad: Enel Evangelio: hemos visto los dogmas de nuestra fe, los preceptos de nuestras costumbres y los Sacramentos de nuestra reparacion, los ¡ediós de álcanzar las grácias, y el término fe- liz de las acciones virthosas. ¿Quándo pues le hemos de leeri, quándo: le hemos de meditar? ¿Quando el Evangelio será.el libro de nuestro: estudio , el aran- gel: de muestras palabras: la regla de nuestras obras, y¡ el: modelo de : nuestros pensamientos ? Pero ¡ay! ¡Quántas veces dexamos este libro del cielo por otras producciones de la tierra que disipan nuestro; espí- ritu, ahogan nuestra devocion ,- entibian nuestra fe y exponien nuéstra eterna salvacion!:¿Podremos de cir en nuestros dias , lo que San Gerónimo, en-los su- yos escribiendo al Papa Dámaso 2“ Hay Sacerdotes, le decía y que'omitiendo la leccion del Evangelio y los Profetas; Téen comedias ; répiten las palabras'de los versos amatorios , tienen con freqiiencia 4 Virgi- lio en sus manos; y. lo que parecé preciso para la tiandoquedis cum brevitate, et facilitate sermonis vitia que ee declinare, et virtutes sectarioporteat; ut penam,£lernam eva- dero, et calestóm gloriam consequi valeant, Conc. Trid. Ses, Y. Decret. de Reform vs tobas e > Lsk