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124 Exercicios EsPIRITUALES. Esta doctrina pura os hemos dado: esta misma conti- nuarémos en lo poco que ya nos falta, Oigámosla, practiquémosla y transmitámosla en toda su pureza 4 los siglos venideros: esta sea toda nuestra gloria, dexar á todos nuestros sucesores la pureza de la doc- trina dela fe y las costumbres que hemos fecibido de nuestros mayores. El que predica mi palabra, dice Dios por su Pro- feta Jeremías(1), háblela verdadera como ella es, sin quitarla nada de su virtud; porque los hombres , de- cia David , disminuyen las verdades, y con sus inven- ciones las hacen vanas (2). De esto mismo se lamen- taba el grande Apóstol S. Pablo quando decia: no so- mos como aquellos que adulteran la divina palabra y la quitan su virtud, dexándola vana y sin substancia; porque con sinceridad, como ella salió de la boca de Dios, así delante de Dios la hablamos en Jesuchris- to(3). ¿Cómo podremos extrañar que en nuestro tiem- po no prediquen algunos el Evangelio como se de= (1) Qui habet sermonem meum , loquatur sermonem meu verd. Cap. XxItt. Y. 28. (2)- Diminute sunt veritates a filiis hominum... Vana locuti sunt. Psalm. XT. Y. 2. €t 3. (3) Non enim sumus sicut plurimi adulterantes verbum Dei ; sed ex sinceritate y sed sicut ex Deo , coram Deo , in Christo loquimur. Epist. 11. ad Cor. €. 11. V.- 17.

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