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Dra ocTAvo. 179 intimaba tambien el Apóstol San Pablo 4 su amado discípulo Timoteo quando le decia : predica la pala- bra de Dios : insta oportuna é importunamente: rue- ga, arguye, reprehende con toda paciencia y doctri- na (1). Estos divinos oráculos se dirigen , venerables Sacerdotes , á excitar nuestra vigilancia y nuestro zelo para que con la mayor fregiiencia anunciemos al pueblo la inmaculada ley del Señor, y no nos en- torpezcamos en una vergonzosa ociosidad, en una culpable negligencia, digna de los mas severos casti= gos. Leed los Cánones llamados de los Apóstoles, y hallareis en uno esta severa determinacion: Si el Obis- po ó el Presbítero se portare con negligencia para con el clero ó pueblo , y no los enseñase é instruyese en toda piedad, sea excomulgado; y si perseyerase en su descuido , depuesto (2). Esta negligencia , ésta culpable omision de anunciar la divina palabra, ye- mos igualmente condenada en el Concilio Latera= nense último, en el Concilio Constantinopolitano VI, » (1) Predica verbum : insta opportun , importund : argue, obsecra, increpaín omni patientia et doctrina. Epist. 11. Paul. ad Timot. C. 1V. Y. 2, (2) Episcopus aut Presbyter, qui negligentius circa clerum aut populum agit y nec ín pietate eos erudit , d communione se= gregetur. Si vero in ea socordia perseveraverit, deponatur. Can. Apost. Z2
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