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176 Exercicios EspIRITUALES. divino libro, para que useis de él en la enseñanza de vuestros feligreses. No seais tan temerarios que abandoneis esta doctrina del cielo por andar en bus- ca de otras producciones de hombres, que por bue- nas que puedan ser, son al fin producciones humanas expuestas al error. Estudiad el Evangelio: predicad “el Evangelio; porque no os acontezca lamentaros con -el Profeta Isaías quando decia : ¡Ay de mí, porque calié! ó tengais que clamar con el Apóstol San Pablo: "Ve mibin. si non evangelizavero (1). Porque cierta- mente , decia el Sumo Pontífice Nicolao hablando con los Sacerdotes y predicadores (2), la dispen- sacion de la divina palabra nos es encomendada. ¡Ay de nosotros sino la esparcieremos! ¡Ay de noso- tros si calláremos! La condenacion eterna será nues= tro destino para siempre, si no repartieremos á los fieles la palabra del Señor. Terribles expresiones son estas, venerables Sacerdotes, yo lo confieso , ter- ribles son; pero del todo verdaderas. San Pablo con- fesando esta verdad decia á los Efesinos: no soy cóm- plice de vuestra perdicion. Mis manos se hallan lim- (1) Epist. r. Paul. ad Cor. c. 1x. y. 16. (2) Dispensatio est nobis celestis seminis injuncta.Ve, sinon sparserimus! Ve, si tacuerimus! Eterna damnationis penam incurrit predicator , qui semen verbi Dei non spargit. Nicol. Pap. ad Melch. Imp. Extatia cap. Dispensat. exnobis , dist. xLun1o