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Dra sírTIMO, 7 133 tipliquen las tentaciones mas horrorosas en proporción de su aplicacion á este santo exercicio;'como él no le dexe, como no le abandone espantado delas borras- cas que en él experimenta, ó engañado del tentador, la serpiente antigua, baxo algun especioso pretexto, crea firmemente que vencerá. Dios nuestro Señor lle- vará á la soledad de la oracion al Sacerdote, para comunicarle allí su adorable voluntad (1), y él escu- chará lo que el Señor Dios hable á su corazon (2); y como su voluntad es nuestra santificacion (3), el Sa- cerdóte za obedecerá apartándose del mal, y obrando el bien, huyendo del vicio, y practicando la virtud. Esta es aquella oracion cuyo exercicio, como decia San Lorenzo Justiniano ; limpia el alma delos peca- dos, apacienta la caridad, alumbra la fe, fórtalece la esperanza, alegra el espíritn, pacifica el cofazon, des cubre la verdad, vence las tentaciones , ahuyenta la tristeza , renueva los piadosos sentimientos: la vir= tud se. robustece, la tibieza se destruye, consúmese la escoria delos vicios, y en ella saltan centellas vivasde (1) Ducam eam in solitudinem , et loquar ad cor ejus, Osex, C. 11. Vers. 14. (2) Audiam quid loquatur in me Dominus Deus. Ps. LXXXIV, vers. 9. (3) Hec est voluntas Dei sanctificatio vestra. 1. Thessal. C-1Y. Yers. 3.
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