BCCPAM000538-4-09000000000000
Dra siprimo. 12) esto tuvieramos , bastaria escuchar á la razon para convencernos de esta verdad. La 'razon humana nos evidencia todos los dias lá grande pobreza y 'debiliz dad de nuestro espíritu, para resistir 4 las freqúentes y formidables tentaciones que de' parte del múndo, del demonio y de núéstra propia carne ex perimenta- os, Colo nosotros; por 'nOsotros mismos, no somos pe pará obráf el Bieri, hi para hablar bién, ni para pensar en el 'biéti (1), sino qué! nuéstia” sufi ciencia viéne de Dios (2); es menester que acúdamos humilde, devota, freqiiente'Y confadaménte al tro- no de lá gráciá para alcanzar la divina' misericordia, y los auxilios opórtunos para htíitdel' mal, y obrar el bien, apartarno$ del vicio y practicarla virtud (3) 'Y siendo estas niias? verdades prónunciadas por Dios y sús Santos para todos los ¿hristiaños; ¡quánto mas particularmente lo deben ser para todos los Saz cerdotés ?+Si'ún'christiano que nó hiciese olracion sé- ria un hombre sio-fe', sin'¿ulto, Sin religion -y «sin 153 113 21 (0 Non sumus sufficientes cogitare aliquid ex nobis... TL, Cor. c. 111. v. $. ar teca (2) Sufficientia nostra ex Deg A 1d ibid. (3) Adeamus cum fiducia ad thronum gral e; tt misericora diam conse quamur, et gratiam inveniamus in axilio opportuno. Hebr. c.1v.v. 16. + ug E
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz