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122 Exercicios EspIRvrUALES. to, Dios y hombre verdadero; ¿ y podrás hallar ra- zon bastante para persuadirte 4 que serás tú de las almas que observan estos preceptos del Señor? ¿Has- ta dónde llega nuestra 'imprudencia ? ¿Qué es lo que hacemos ? ¿Queremos lisonjearnos con una seguridad engañosa, cegándonos 4 nosotros mismos para ir cor- riendo 4 una condenación inevitable ? ¿ No: vémos que viviendo como generalmente 'se vive, nuestra misma religion nos obliga 4 creer que vamos de cier- 10 4 condenarnos? Y:4 la verdad; alma .mia, su- puesta la “sántidad delas leyes y máximas de la re- ligion Christiana-que profesañios; y por otra parte, viendo una' vida tan contraria á ellas, ¿quién nos “asegurará el partido de nuestra salvacion? ¿No seria querer engañar al mundo el persuadirnos que bas» taria tener una Jey santa , aunque las costumbres fuesen viciosas? ¡Qué! Toda la alta santidad del christianismo'; todo el fruto'de los exemplos: de un ¡Dios humanado, todo el precio de su'sangre , todo el efecto de sus Sacramentos , toda la virtud deula divifía gracia ,yha “de venir 4 parar en una fe esté- “il , en una fe sin obras , en una fe: muerta, ¡ó quando muctio “én algunas ceremonias, que solo sirven de perderse con ménos miedo? ¡Ay y alma mia! Si fue- ra cierto que para salvarse bastaba creer, no seria «cierto: que era cortó: el cnúmero! des los escogidos. ¿