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66 —SermoON III cadores , y le-pedian. perdon, le hallabán: en el Señor, que se convertia 4 ellos por la -misericordia. Sí seño- res : es verdad de fe, de incomparable alegría para nuestras almas , que Dios nuestro Señor descendió de los cielos-4 la tierra , no 4 buscar los justos , sino á los. -pecadores : los que estan sanos , decia su Mages- tad, no necesitan del m » sino los enfermos. Por con freqúencia con los ecadores . , con con ellos bebia , porqueápa tre justos , sed peccatores. (aj 222.073 Pero. rtid cuidadosamente ; no he dicho pas. el Evangelio y Jesuchristo estan Meclatados á fa- vor de los pecadores indistintamente , sino que estan - declarados á favor de los pecadores arrepentidos; pues vemos en elqui mismo , y en la conducta de cueva de sdcndaa “se Ai: los hipócritas. que culeando del exterior, abandonan : sus concienciasA sus Vos o Mo gas en 108: suyos= se enardece contra los | contra los ambiciosos , contra los falsos devotos ; que comen injustamente las casas y nie = das de las viu- ceremoniasEs la em. ó pe impunemente call los preceptos mas graves y fundamentales, la justicia , la misericordia y la fe (b). No queramos , pues, engañar- nos con una falsa idea de la divina misericordia. Ella es verdad que es infinita, que á todos llama , y á to- dos se ofrece ; pero si nos ensordecemos á sus voces, Volar: o (a) S. Luc. c. v. v. 32. (b) Vie vobis scribe et pharisai Bpecrita y COMAAStiS wo S. Matth. C. XXI y. 14. Sc.

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