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—MonsLo DE LA PENITENCIA: 59 elogios: Sus lágrimas 4 quienes llaman los Santos san- gre del corazon , baño de la alma , vino de los Ange-= les, y agradable sacrificio para el Señor (a) : sus lá- grimas que nacian de un corazon inconsolable por ha- berse rebelado contra el Omnipotente , por haber me- ciado una bondad infinita , por haber perdido 4 Dios. Lágrimas poderosas para obtener el. perdon de los pecados , como le obtuviéron millares de verdade- ros penitentes que inconsolables lloraban por haber ofen- dido á Dios. ¿Pero qué , direis vosotros, son las lágri- mas esenciales para una verdadera conversion? No se- ñores. Ni son «esenciales , ni condiciones absolutamente | 'uede haber verdadera conversion sin lágri- y puede haber lágrimas sin verdadera conversion. : flaqueza , dal nr de soberbia, bo mas de des- masy Hay hay lágrimas a as y nay lagrimas de esperacion : todas estas lágrimas , y quantas proviener de motivos puramente rm y ennada contribuyen á una verdadera conversion; pero las lágrimas que traen su orígen del conocimiento de las culpas , y de la ofensa que se ha hecho contra un Dios infinitamen- te able gungue. no sean esenciales al amor ar les compañeras del dolor: ciertamente los Profetas jamas hablan de verdadero Pe sin hacer mencion de los suspiros y lágrimas: ln fetu et in planc- tu (b). Los Santos Padres nos aseguran con San Ambro- “sio , que si queremos conseguir el perdon de los pe- cados , debemos llorar y lavar con lágrimas nuestras «culpas: Si veniam vis mereri, dilue culpam lacrymis (c). q exem pinsea de:nt tooo que la Santa (a) LA me penitentium vinum eorum nai sunt, Pe in illis vite odor sapor gratie sit, indulgentie gustus. Bern. serm. 30. in Cant, (b) Joel, c. 11. v. 12. (c) S. Ambr. lib. 12. in Luc. (5% a H 2

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