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59 SERMON TI, lignos intérpretes de sus intenciones , quantos habian sido testigos de su conducta. Sabia que el mundo y sus partidarios blasfemarian ; pero nada se la dió de quanto se pudiera decir. Diga el mundo quanto quiera, piense y hable contra mí quanto le parezca , condene y desacredite mi conducta, yo lo tengo bien mereci- do; pero si ahora me censura , otra vez me alabará: si ahora me condena, algun dia me hará justicia : ga- se yo á Dios, y piérdase todo lo demas , que nada mporta. - Así habla la Magdalena; y así debiera hablar mó deiibitador , Cuya fe, como dice San Pablo , no haya naufragado con la inocencia ; pero no es así como ha- blan tantos pecadores de nuestros dias, paganos en sus costumbres, y Christianos de ceremonia: tantos y tan-.. tas, repito, que solo se acuerdan una vez al: año que son pecadores, y que aun entónces se ave parecer penitentes: tantos y tantas que aun por sema= na pus ol como E ed de que los vean con- Ñ p e” > JE de Y á Mes are » 7 md He 4 mr da tngrra: ¡e A 2. > $ A DLE - y h ¿ee 4 > «alo " -« ' E MA e ó. Le ] eoñfesor todas a que han cometido; pero que en saliendo de aquel apuro ya se despiden del confe- sor hasta la Pasqua sico E ecadareS. peeaiores, esto no es manifestar e e a no es imitar 4 la | milde que experimentaba en la alonifeación de sus pecados. No podeis esperar con tan malas disposiciones la tier- na sensibilidad en el dolor. Pero este es el eguado ca- rácter de nuestra penitente Magdalena. | | No espereis otra prueba de esta verdad que sus fa- mosas lágrimas. Sí, amados mios: sus lágrimas ver- tidas 4 los pies de Jesuchristo , cuya memoria ha con- vertido tantas almas : sus lágrimas que ha preconiza- do en su Evangelio el mismo Salvador del mundo : sus: lágrimas que los Santos Padres han honrado con sus im ..