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MODELO: DE LA PENITENCIA. 55 pensamiéñtos, tantos deseos impuros , tantas miradas li- bres tantas “indecentes , tantas mod ¡> dalosas, tantas “amistades con' hombres corro | nto olvido -de'su alma , y“ tanto m lo:de Dios. . | qui + | in civitate peccatrix.* 2D £L6S0: 5 ¡DURE 240 Dios de mi corazon, con qué ojos 'tan'compa- ivos mirariais 4 la Magdalena , llena detan saludable confusion por: los. provechosos remordimientos desu conciencia! Con quánto agrado la escuchariais reprelicnb: derse á sí! misma; y exclamar: ay de mí! yo he per- dido el Feparmds que ha sido siempre'elymas bello ador= no de. las mugeres:-he- huido la' compañía de las per- )n sas : mis amistades han:sido con jóvenes ia conciencia |a "He omalgastado «los años demi ? hora me ps e a sa de low letioatos., 1y el aborrecimie: Dios. Este provechoso p ensamiento la llenaba depo mi san : aquella saludable confusion , que es, di- ce un Santo Padre. la primera voz de la: penitencia; y ved aquí lo que falta á la mayor parte de los peca» rica Po no Saboos la que -es avergonzarsecomo Ulinetes: mena en su :COrázoN" los 003 abomitiablés pecados 'claman: en-su conciencia las culpas mas ver. gónzosas ; pero como 'nO entran (4 exáminar su inte- lor, tomo no escuchan á su conciencia, pasán' l vi. .miedo de la eternidad que-les aguarda , sih-sus» to de la muerte que va á acometerles , Sin espáhto del terrible juicio"de” Dios-en quevan!dcentiasy hasta q ue oliénde de sus dias désciender repele tinamemeigararel jafierño= Eradéscere nescierunt. Pe- cadores, “o perecer co pp e de vues* 5 Je 13 (2) Jerem. c. vr. y. mm Y ua Di A